Tensión y divisiones marcaron la elección de la lista del Centro Democrático en Antioquia

El Centro Democrático definió este sábado, tras una extensa jornada en el Club Unión de Medellín, los 17 nombres que buscarán una curul en la Cámara de Representantes en 2026. La reunión, que se prolongó de 10 de la mañana a 3:30 de la tarde, reveló fracturas internas, temores y cálculos de poder entre los aspirantes.

El debate se volvió un pulso entre quienes defendían cerrar la lista y quienes consideraban inviable esa opción.

Federico Hoyos abrió la discusión solicitando que fuera cerrada y defendió la evaluación de hojas de vida hecha por el Comité. La representante Yuliet Sánchez también se sumó a esa posición, incluso señalando, sin rodeos, que abrirla favorecería a Gregorio Orjuela por su “maquinaria”. A este bloque se sumaron el actual representante Óscar Darío Pérez, quien insistió en que el voto del partido está concentrado en Medellín, el Valle de Aburrá y el Oriente cercano; además de Ana Ligia Mora quien no asistió pero envió a su representante, el diputado Edison Restrepo, el candidato cristiano Julián Fernando Lopera y tres aspirantes menos conocidas: Lina Marcela Mena, María Teresa Montoya y Ligia Esther Gil. En su defensa el candidato Gregorio Orjuela habló sin rodeos, “nadie se va a bajar en los renglones, así que es imposible cerrarla”. El candidato Juan David Zuluaga pidió garantizar representación real de más municipios y no solo del Oriente cercano; y, en un mensaje que dejó el ambiente tenso, aseguró que si la lista se cerraba, entonces Álvaro Uribe debía definir directamente los renglones. Desde la dirección regional, la líder María Elena también rechazó la lista cerrada, y recordó que dentro del grupo había dos aspirantes cercanos a la Gobernación y dos de Bello, lo que volvía el proceso inequitativo.

La ausencia de dos figuras pesó en el ambiente. Andrés Guerra, quien no asistió ni envió delegado, ya había dejado claro en mensajes previos que una lista abierta lo ponía en el primer renglón, y que si la cerraban lo harían para excluirlo.

Tras un receso para el almuerzo y sin consensos reales, el partido cerró la jornada con la única salida posible: definir los renglones por balotas. Con ese mecanismo buscaron desactivar tensiones que, a esa altura del día, ya dejaban expuestas las profundas diferencias internas en la estructura del partido en Antioquia.