En la última semana, Antioquia ha registrado un alarmante aumento de violencia, con 12 ataques armados contra la policía. Este repunte ha generado preocupación entre las autoridades y la comunidad. El comandante de la policía del departamento, Óscar Mauricio Rico, advierte que estas agresiones son una reacción directa a las operaciones de la fuerza pública contra alias «Chirimoya» y otras estructuras criminales que operan en la región.
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Consecuencias de ataques armados
Los recientes ataques han tenido consecuencias trágicas. En Urabá, dos uniformados perdieron la vida, mientras que en Salgar, un subintendente murió debido a un artefacto explosivo. En Ebejico, un ataque dejó a dos subintendentes heridos con fracturas en sus extremidades. Además, en Remedios, un funcionario de la fuerza pública fue herido en el mentón por disparos. La situación se complicó en Vegachí, donde dos hombres en moto dispararon a la policía, resultando en un herido. Por último, el miércoles, en Maceo, un grupo criminal lanzó una granada a una patrulla policial, aunque los agentes esquivaron el artefacto y no hubo heridos.
La policía ha denunciado un mal llamado «plan pistola», que busca atacar sistemáticamente a los agentes del orden. El coronel Rico explicó que estos criminales ofrecen entre 2 y 3 millones de pesos por cada ataque y reclutan a menores de edad para llevar a cabo estas acciones delictivas. Esta estrategia ha generado un clima de temor y tensión entre los miembros de la fuerza pública.
Ante esta situación crítica, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, ha rechazado enérgicamente los ataques y ha ofrecido una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables. Las autoridades locales hacen un llamado a la ciudadanía para colaborar en la lucha contra la violencia y la criminalidad, mientras intensifican esfuerzos para garantizar la seguridad en Antioquia.