En un sorpresivo consejo de ministros, el presidente Gustavo Petro evidenció las profundas divisiones al interior de su gabinete. Durante la reunión, se escucharon regaños, reclamos y calificativos de «mentirosos» entre los miembros del gobierno, reflejando la creciente insatisfacción con la forma de gobernar del presidente.
Tensión y Desacuerdos Marcan la Reunión del Gabinete
La Ministra de Ambiente, Susana Muhammad, aprovechó su intervención para rechazar el nombramiento de Armando Benedetti. «No me puedo sentar en esta mesa de gabinete, de nuestro proyecto progresista, con Armando Benedetti. Ni las relaciones exteriores ni la jefatura de gabinete de este gobierno están en manos de este proyecto, están en manos de todo lo contrario», afirmó Muhammad, dejando claro su desacuerdo con la dirección actual del gobierno.
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Por su parte, la vicepresidenta Francia Márquez no escatimó en críticas hacia la canciller Laura Sarabia y el jefe de Gabinete, Armando Benedetti. «No me parece en este gobierno las actitudes de Laura Sarabia con nosotros, conmigo. He tenido que decirle: ‘Respéteme, soy la Vicepresidenta’. Y no me parece su decisión de traer a este gobierno a personas que tienen mucha responsabilidad de lo que está pasando», expresó Márquez, subrayando la falta de respeto que siente en su rol.
La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, también intervino, pidiendo al presidente que replantee su política de paz. «La población hoy se siente en una inseguridad permanente bajo el fuego de grupos que no entienden, algunos, la bondad del proceso de paz, y otros se aprovechan de esa bondad», señaló Buitrago, enfatizando la urgencia de revisar la estrategia gubernamental.
Petro defendió a Benedetti
El presidente Gustavo Petro defendió el nombramiento de Armando Benedetti y su política de paz, pero las tensiones continuaron. El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, se solidarizó con los reclamos de las mujeres del gabinete, sumándose a sus críticas. Gustavo Bolívar, por su parte, llamó «mentirosa» a Laura Sarabia durante la reunión, después de que ella afirmara que el DPS no hizo presencia durante la llegada de deportados de Panamá. «Laura está mintiendo, presidente. Eso no es así», interrumpió Bolívar, generando un ambiente aún más tenso.
No hubo grandes conclusiones sobre la ejecución y priorización de proyectos, salvo el regaño a todos los ministros por el incumplimiento de 146 compromisos de 193. Esta falta de resultados concretos pone en evidencia la crisis interna que enfrenta el gobierno de Petro, dejando en el aire la pregunta sobre su futuro y capacidad de gobernanza.