La renuncia de Daniel Quintero Calle, a su cargo de alcalde de la segunda ciudad más importante del país, generó un remezón en los sectores político, económico, colectivos sociales y ciudadanía en general, al sentir una ciudad acéfala, a pesar de tener un mandatario en encargo. Pero el hecho no es inédito en Medellín, también se presentó en 1982
Álvaro Uribe Vélez, fue alcalde de la ciudad en ese año por mandato constitucional del gobernador de la época, Álvaro Villegas Moreno. En ese entonces militaba en el partido Liberal y representaba los principios de la colectividad en la alcaldía. Renunció a su cargo en el mes de diciembre aduciendo diferencias e inconveniencias con el gobernador Villegas.
Si embargo, también circula la versión que salió del cargo por orden del presidente de ese momento Belisario Betancur. Existe una biografía oficial del ex gobernador Villegas, donde señala que Betáncur pidió presionar su salida al confirmar que Uribe tenía vínculos con el narcotráfico.
Uribe escribió este domingo en su cuenta oficial de X haciendo alusión al hecho e intentando marcar diferencia con lo ocurrido ayer con Quintero, “Álvaro Uribe renunció de modo irrevocable a la alcaldía de Medellín por no cambiar de gerente de EPM, se auto-destituyó. El actual el alcalde se auto-destituye por corrupción”.